No ha visto usted nada, señor Google

El coche de Google Street View recorre las calles del mundo, tiqui tiqui, tiqui tiqui, haciendo fotos al norte y al sur, al este y al oeste, y también en las direcciones intermedias y hacia el cielo. Luego lo empalma todo para crear una foto panorámica de 360 grados. Más de 360, en realidad. Y no te creas que es fácil. Y cómo es una máquina pues a veces se equivoca y su collage queda extraño o incluso da miedo. Y en ocasiones lo que queda extraño es la propia realidad, que es así.

Los has visto, pero segundos después son borrados de tu memoria, para tu conveniencia. 

Pero no hay manera de engañar a las cámaras de Google.

Tranquila Internet, con tus propensión a saltar con teorías locas como si tuvieras un muelle en el culo. Es sólo un regalo de bodas demasiado feo, una estatua que alguien decidió arrinconar en el balcón porque tenerla en su salón daba cosa.

Cuando la gente está advertida de que va a pasar el famoso Google Street View Car, y se organizan un poco, pasan cosas como estas:

Quizá no se aprecie fácilmente: es un parto en mitad de la calle.

Escena de un manga "shojo" filtrándose en el mundo real.

Rayo del amor demostrando su eficacia. Algo esperanzador, teniendo en cuenta la abundancia

de rayos de la muerte en el mercado.

  

Maldición, han descubierto mi lugar feliz en el bosque donde llevo a mis pequeñas amigas...

 

 

Fuga de una prisión infraganti.

 Escena de un crimen.

Google parece sentir una predilección especial por el duplicar ancianos.

"¡Te lo dije! ¡Era el universo paralelo equivocado!"

"¡Fuiste tú el que calibró mal la máquina!"

Emmmh... ¿Lo mismo pero con buzos?

Un hombre desnudo saliendo de un maletero y medio perro en el suelo. Todo correcto.