Este blog, en el fondo, es un blog sobre obsesiones. Temas que de repente captan toda mi atención y me hacen indagar más y más hasta que tengo ideas y material suficiente para escribir un post. Por lo tanto me gustaría compartir con vosotros mi última obsesión, si es que no le conocéis ya, pues se trata de un youtuber bastante popular. Tiene más de medio millón de suscriptores y la gente ya le reconoce cuando entra en partidas de Overwatch y usa su ya clásica técnica de escoger como nombre "System" y decirte por el chat: "Tienes un nuevo mensaje, pulsa alt+F4 para leerlo".
And he goes by the name of Joseju.
Y digo que es una de mis últimas obsesiones porque veo ávidamente sus streamings en Twitch y me he visto ya el 90% de todos los vídeos de su canal de YouTube, incluso aquellos sobre videojuegos y cosas que me importan bien poco o nada, como el Fortnite; cosas para las que ya estoy viejo.
Pero es que Joseju no es un YouTuber de videojuegos al uso, que se limite a poner en su canal extractos de sus partidas mostrando sus momentos más épicos, lanzando interjecciones obligatorias como "WTF" o "LOL". Joseju es autoconsciente y le aplica a todo una pátina de humor bastante inteligente y casi siempre inesperado.
Y cuando quiere, Joseju deja aparte (no del todo) el humor y se pone filosófico, siendo capaz de marcarse vídeos como el que me he decidido a traeros hoy, en el que reflexiona sobre uno de los mismísimos principios que fundamentan los videojuegos y hacen que la gente los siga jugando: la caja de Skinner. ¿Y qué es la caja de Skinner? Para saberlo tendréis que ver el vídeo, aunque tranquilos: el concepto probablemente os resultará familiar. Solo que Joseju, como todo lo que hace, es capaz de explicarlo con más gracia que tú y que yo.
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