El youtuber Kootra siendo swateado en directo
¿Te las estás viendo en Counter Strike contra un cheto que no te deja avanzar por banana? ¿Estás teniendo una agria polémica con otro jugador a través del micro e insultar a su madre ya no resulta suficiente? ¿Un streamer que te cae mal está retransmitiendo en directo y quieres darle su merecido delante de una audiencia de cientos de personas?
Pero, aun más importante: ¿vives en los USA, tierra del "let's kick some ass", del disparar primero y preguntar después?
Pues estás de suerte. Existe una nueva técnica para ti llamada "swatting". Sólo tienes que llamar a las autoridades dando una falsa alerta de terrorismo o amenaza con armas, a ser posible desde un medio anónimo, un teléfono que no sea el tuyo o una IP falsa, y dar la dirección física de tu víctima. Reclínate en tu silla de gamer y observa en tu pantalla cómo un comando SWAT (Special Weapons And Tactics) irrumpe en el domicilio del justo objeto de tu ira, lo esposa, lo cachea, aterroriza, humilla y, si hay un poco de suerte, le descerraja un par de tiros.
Esta táctica se está volviendo cada vez más habitual, y echando un vistazo al respectivo artículo de la Wikipedia podemos leer toda una lista de casos que se remontan a 2009. Algunos medios, de una forma quizá algo simple y sensacionalista, lo nombran como el nuevo reto viral o la última moda en YouTube. Sea como sea, el asunto llega a tal punto que ya podemos encontrar incluso vídeos recopilatorios titulados, por ejemplo, "Top 10 Gamers Swatted On Live Stream".
El fenómeno ya se ha cobrado alguna víctima mortal, como no podía ser de otra manera.
En diciembre de 2017 Casey ‘Baperizer’ Viner estaba discutiendo acaloradamente con Shane ‘Miruhcle’ Gaskill debido a una apuesta realizada sobre el juego Call of Duty. Gaskill le dio una dirección para que demostrara que iba en serio. Viner entonces acudió a Tyler Raj Barriss (alias "Swautistic"), que ya era conocido en Twitter por dársele bien este tipo de cosas. Barris hizo una llamada al 911 informando de que había disparado en la cabeza a su padre, estaba apuntando con un arma a su madre y su hermano y pretendía quemar la casa y suicidarse. En unos minutos un comando SWAT acudía a la dirección proporcionada, donde Viner hacía tiempo que ya no vivía. En su lugar, fue Andrew Finch el que recibió a los SWAT. No obedeció sus órdenes de levantar las manos, se las llevó a la cintura y... el resto os lo podéis imaginar.
Por esta broma con mal desenlace Barriss fue condenado a 20 años de cárcel.
Tyler Rarj Barriss
Fuentes: