El filósofo y científico Dan Dennett habla sobre los memes más perjudiciales en una charla de las TED, de las cuales anteriormente ya pudísteis ver en este blog la de Stephen Hawking.
Ver el post completo para leer la traducción que he hecho. Entre paréntesis y en cursiva anoto ciertas expresiones originales cuya traducción me ha dado problemas o le resta sentido.
¿Ćuantos creacionistas hay en la sala? Probablemente ninguno. Creo que somos todos darwinianos. Y aun así, muchos darwinianos están algo inquietos, querrían ver hasta qué límites puede llegar el darwinismo. Está bien. ¿Las Telarañas (spiderwebs)? Son producto de la evolución, claro. ¿Internet (World Wide Web)? No tan claro. Las presas de los castores sí. La Presa Hoover no. ¿Qué es lo que creen que impide que los productos de la ingenuidad humana sean también frutos del árbol de la vida y obedezcan a reglas evolutivas? Y aun la gente sigue resistiéndose de una forma interesante a la idea de aplicar el pensamiento evolutivo al propio pensamiento, nuestro pensamiento.
Voy a hablar un poco sobre eso, sin olvidar que tenemos un programa muy extenso. Digamos que estás en el bosque, o en un prado, y ves una hormiga trepando una hoja de hierba. Trepa hasta lo alto y se cae, trepa y se cae, intentando permanecer en el extremo. ¿Qué está haciendo? ¿De qué sirve? ¿Qué meta persigue? ¿Qué gana? La respuesta es: nada. No gana nada. Entonces, ¿por qué hace eso? ¿Qué bicho le ha picado? Pues un tremátodo (lancet fluke). Un pequeño gusano cerebral. Un parásito cerebral que necesita entrar en el estómago de una oveja o una vaca para continuar su ciclo vital. El salmón nada rio arriba para llegar a sus zonas de deshove, y el tremátodo toma a una hormiga, repta hasta su cerebro y la conduce hasta lo alto de la hierba como un vehículo todo terreno. Así que la hormiga no gana nada. El cerebro de la hormiga ha sido secuestrado por un parásito que infecta el cerebro induciendo conductas suicidas. Es terrorífico.
Bueno, ¿pasa algo parecido con humanos? Hacer algo en nombre de una causa que no sea tu integridad física. Bueno, quizá os venga a la cabeza que "Islam" significa "sumisión" o "rendición de los intereses propios a la voluntad de Alá". Bueno, pues son ideas, aunque no gusanos, que secuestran nuestros cerebros. Pero, ¿estoy diciendo que el cerebro de una minoría de la población mundial ha sido invadido por ideas parasitarias? No. Algo peor. El cerebro de la mayoría. Existen un montón de ideas por las que morir. Libertad, si eres de New Hampshire (¿?). Justicia. Verdad. Comunismo. Mucha gente ha dado su vida por el comunismo, y muchos la han dado por el capitalismo. Y muchos por el catolicismo. Y por el Islam. Son sólo algunas de las ideas por las que morir. Son tóxicas.
Ayer, Amory Lovins habló sobre "replicas contagiosas" (infectious reptitis). Era un término abusivo, de hecho. Es una ingeniería impensable. Pues bien, la mayoría de la cultura que se difunde no son pensamientos brillantes y novedosos. Son réplicas contagiosas. Y deberíamos intentar tener una teoría de cómo sucede, para que podamos entender las condiciones del contagio. El huésped se esfuerza por difundir sus ideas a otros. Yo mismo soy un filósofo, y una de nuestras ocupaciones es que la gente nos pregunte cuál es el sentido de la vida. Y, en fin, tienes que tener algún lema de cabecera.Y este es el mío.
El secreto de la felicidad es: encuentra algo más importante que tú y dedícale toda tu vida. En realidad la mayoría de nosotros, ahora que quedó bien atrás la Década del Yo, ya hacemos esto. Un conjunto de ideas u otro ha sustituído simplemente a los imperativos biológicos en nuestras vidas. Y eso tiene un efecto biológico, la subordinación de los intereses genéticos a otros intereses. Y no hay ninguna otra especie que haga algo parecido.
¿Y qué vamos a hacer con eso? Por un lado es un efecto biológico, y uno muy grande. Innegable. Pero, ¿bajo qué qué teorías queremos contemplarlo? Pues bien, muchas teorías. Pero, ¿qué podría unirlas a todas? La idea de las ideas replicantes, ideas que se replican pasando de cerebro a cerebro. Richard Dawkins, a quien habréis oído recientemente hoy, inventó el término "memes", y plasmó su primera y más profunda versión de esta idea en su libro "El Gen Egoísta". Y ahora aquí estoy yo hablando sobre su idea. Bueno, como podéis ver, no soy él. Sí, él la inició. Pero ahora es la idea de todo el mundo. Y él no es el responsable de lo que yo diga sobre los memes. Yo soy el responsable de lo que yo diga sobre los memes.
En realidad creo que todos nosotros somos responsables no sólo de los efectos intencionados de nuestras ideas, si no además de sus malos usos. Para Richard y para mí, creo, es importante que estas ideas no sean malinterpretadas y se abuse de ellas. Es muy fácil malinterpretarlas. Por eso son peligrosas. Y es un trabajo de veinticuatro horas el intentar impedir que la gente que está asustada de esas ideas no las caricaturice y se precipite hacia un extremo u otro. Tenemos que hacer presión constante, intentando corregir las corrupciones para que sólo las variantes útiles y benignas de nuestras ideas continúen propagándose. Pero hay un problema. No tenemos mucho tiempo, así que voy a abreviar un poco, porque hay un montón de cosas que decir. Así que permitidme que vaya al grano: los memes son como virus. Eso es lo que decía Richard, ya en el 93. Y pensaréis: "¿Cómo puede ser eso?" O sea, un virus es, bueno, ¡es una cosa! ¿De qué está hecho un meme?". Ayer Negroponte estuvo hablando de telecomunicaciones virales, pero, ¿qué es un virus? Un virus es una cadena de ácido nucleico con mala leche. Es decir, tiene algo que hace que se replique mejor que la competencia. Y eso es lo que es un meme: un paquete de información con mala leche. ¿De qué está hecho un meme? ¿De qué están hechos los bits, mamá? De silicona no. Están hechos de información y pueden transportarse en un medio físico. ¿De qué está hecha una palabra? A veces, cuando la gente dice: "¿Existen los memes?", yo les digo: "Bueno, ¿existen las palabras? ¿Están en nuestra ontología?" Si lo están, entonces las palabras son memes que se pueden pronunciar.
Y luego están todos los otros memes que no pueden ser pronunciados. Hay diferentes especies de memes. ¿Recuerdan los shakers? Y por supuesto ahora están extintos. Y una de las razones es que el credo de los shakers incluye que uno debe ser célibe. No sólo los curas. Todo el mundo. La verdad, no me sorprende que se hayan extinguido. Pero en realidad no se extinguieron por eso. Sobrevivieron mucho tiempo durante una época en que las redes de seguridad ciudadana aun no existían. Y había montones de viudas y huérfanos, ese tipo de gente, que necesitaba un hogar adoptivo. Y así obtenían un gran suministro de conversos. Y así podría haber seguido por siempre, con el absoluto celibato por parte de los huéspedes, transmitiéndose una idea a través del proselitismo, en lugar de la línea genética.
Así, las ideas pueden sobrevivir a pesar del hecho de no ser transmitidas genéticamente. Un meme puede prosperar a pesar de tener un impacto negativo en la integridad genética. Después de todo, el meme de los aparadores era básicamente un parásito esterilizador. Hay parásitos que hacen esto, dejar al huesped estéril. Es parte de su plan. No necesitan mentes para tener un plan. Voy a llamar vuestra atención ahora sobre sólo una de las implicaciones de la perspectiva memética, la cual recomiendo. No tengo mucho tiempo para extenderme. En su maravilloso libro "Armas, gérmenes y acero" Jared Diamond cuenta cómo fueron los gérmenes, más que las armas y el acero, los que conquistaron el nuevo hemisferio, el occidental, que conquistó al resto del mundo. Cuando los exploradores y viajeros europeos se expanden, llevan con ellos los gérmenes contra los que se han inmunizado, a los que han aprendido a tolerar a lo largo de cientos y cientos de años, miles de años de vivir domesticando animales que eran las fuentes de esos patógenos. Y arrasaron. Estos patógenos arrasaron con nuestros nativos, que no eran inmunes a ellos en absoluto.
Y estamos haciendo esto de nuevo, esta vez con ideas tóxicas. Ayer, unos cuantos, Nicholas Negroponte y otros, hablaron de las cosas maravillosas que ocurren cuando nuestras ideas se difunden por todo el mundo gracias a la nueva tecnología. Y estoy de acuerdo. Mayormente es maravilloso. Enormemente. Pero entre todas esas ideas que inevitablemente inundan todo el mundo gracias a nuestra tecnología hay algunas ideas tóxicas. Esto se lleva realizando un tiempo. Sayyid Qutb es uno de los padres fundadores del fanatismo islámico, uno de los ideólogos que inspiró a Osama Bin Laden. "Uno sólo tiene que echar un vistazo a sus noticiarios, programas de moda, concursos de belleza, bailes, bares y cadenas de televisión". Memes.
Estos memes se están difundiendo por todo el mundo y están arrasando culturas enteras. Están arrasando lenguajes. Están exterminando tradiciones y prácticas. Y no es nuestra culpa, más de lo que lo es cuando nuestros gérmenes exterminan gente que no ha desarrollado la inmunidad. Estamos inmunizados contra toda la basura que yace en los límites de nuestra cultura. Somos una sociedad libre, así que permitimos pornografía y todo eso. Nos encojemos de hombros. Son sólo como un resfriado. Para nosotros no son para tanto. Pero deberíamos reconocer que para muchos pueblos del mundo sí son para tanto. Y deberíamos ser muy cautelosos con esto. Al difundir nuestra educación y tecnología estamos siendo vistos por huéspedes de otros memes como difusores de memes que resultan una amenaza funesta para sus memes favoritos: los memes para los que están preparados para morir.
Y bien, ¿cómo vamos a distinguir los buenos memes de los malos memes? Ese no es el trabajo de la ciencia memética. La memética es moralmente neutral, y así debe ser. No hay lugar para el odio y la rabia. Si un amigo tuyo muere de SIDA, entonces odiarás el VIH. Pero la forma de hacerle frente es la ciencia, y entender cómo y por qué se propaga desde una perspectiva moralmente neutral.
Toma los hechos. Deduce las consecuencias. Queda mucho sitio para la pasión moral una vez tenemos los hechos y hemos averiguado qué es lo que se debe hacer. Y, al igual que con los gérmenes, el truco no es intentar destruirlos. Nunca destruirás los gérmenes. Lo que sí puedes hacer, sin embargo, es promover medidas de salud pública que favorezcan la no-virulencia. Esto favorecerá la difusión de mutaciones relativamente benignas de las variedades más contagiosas. Se acabó mi tiempo, así que muchas gracias por vuestra atención.