02/06/2007

Aleister Crowley


"El hombre más perverso del mundo", "La Bestia", "El mago más importante del siglo", "El caníbal", "germanófilo"... Muchos fueron los calificativos que recibió Aleister Crowley (1875-1947). Aunque gran parte de su mala fama se debió al conservador contexto social británico en que vivió (hay que imaginar a un hombre bisexual, libertino, drogadicto, egoísta y practicante de ritos y filosofías paganas en la Inglaterra victoriana del siglo XIX), lo cierto es que fue un auténtico mago, un estudioso de las ciencias ocultas y la sabiduría milenaria, del cual proviene gran parte del oscurantismo moderno.


Nació (con el nombre original de Edward Alexander) en el seno de una familia perteneciente a una severa secta cristiana: los Hermanos de Plymouth, para los que practicamente todo era pecado y la debilidad era inaceptable. Su madre apenas tenía contacto físico ni trato cariñoso con él, y no le dejaba leer ningún libro, excepto la Biblia. Ella misma le llamaba "La Bestia del Apocalipsis" al ver cómo su diabólico hijo, por ejemplo, torturaba un gato, según explicó él años más tarde, con la intención de comprobar científicamente el mito de que tienen nueve vidas. Crowley, sometido y torturado por todo aquel supuesto reino del Bien, decidió adorar al Mal, adoptando con gusto el sobrenombre de "La Bestia".

Algunos signos vaticinaban su destino. Su carta astral le señalaba como semidiós. Además contó con tres signos búdicos: la lengua pegada al paladar, fimosis de la que fue operado a los 15 años, y pelos en forma de esvástica junto al corazón, indicando encarnaciones sobrenaturales.

En su juventud demostró ser un hombre de gran inteligencia, buen ajedrecista, aficionado al alpinismo (participó en expediciones en el Himalaya y Méjico), culto, curioso, libertino y estudioso, aunque se negaba a examinarse. Entre sus amigos se contaron algunos de los grandes intelectuales y artistas de la época. En los círculos ocultistas fue conocido como Baphomet.

Fue aceptado como miembro en la sociedad rosacruciana de la Orden Hermética de la Aurora Dorada ("Golden Dawn"), donde se le dio el nombre de "Perdurabo". En esta época asegura haber realizado viajes y entrevistas astrales y haber invocado espíritus elementales, sobrenaturales, demoníacos y celestiales.

Durante unos años residió en el "Palacio" de Boleskine, una casa a las orillas del lago Ness. Allí construyó un oratorio especial para estudiar "El libro de la magia sagrada de Abramelin el mago", manuscrito hallado en París por el jefe de la Golden Dawn. Así, invoca y entra en comunión con su ángel de la guarda, su ser verdadero, pudiendo a partir de entonces realizar talismanes y conjurar a los demonios, ángeles y espíritus que figuran en el grimorio.

En China descubrió el I Ching (famoso libro oráculo), en India el sexo tántrico como acceso a la sabiduría, el cual practicó tanto con hombres como con mujeres, y en México investigó la masonería y los secretos de los mayas y aztecas.

Crowley sabía que la escalada de poder de Hitler tenía una gran base en la magia negra y el ocultismo. Le confió al primer ministro Winston Churchill que la manera de vencer a la esvástica era adoptar ante ella el signo de la uve de la victoria (o cuernos del diablo). Churchill le hizo caso y convirtió este gesto en una seña de identidad propia.

En 1904, durante un viaje a Egipto, una entidad llamada Aiwass le ordena que entre en la Gran Pirámide y transcribra todo lo que oiga. Escribe así, a un ritmo de un capítulo por día, su obra más importante: "El libro de la ley", un libro para una nueva época para la historia: el eón de Horus. El libro proclama la ley de Thelema ("voluntad" en griego). No hay más ley que la voluntad individual. El lema es "Haz lo que quieras".

Se mudó con su familia a Cefalú, Sicilia, donde fundó la Abadía de Thelema, y vivió según "El libro de la ley", hasta que Mussolini expulsó a toda la comuna tras el escándalo de la muerte de su discípulo y heredero, Raoul Loveday, tras beber agua contaminada.

Murió en Hastings por una crisis cardíaca, cuando aun consumía 11 gramos de cocaína al día.

Además de haber influído en la filosofía de amor y libertad de los hippies, la sombra de Crowley perduró en el siglo XX, sobre todo en la música a partir de los 60. Los Beatles le incluyeron en la portada del Sergeant Pepper´s entre otros personajes por los que sentían simpatía, Jimmy Page (guitarrista de Led Zeppelin) adquirió el Palacio Boleskine, David Bowie menciona a Churchill y a la Golden Dawn en su tema "Quicksand", los Joy Division utilizaron el primer verso de su Libro de Toth en la canción "Transmission" Los Rolling Stones se inspiraron en él para su elepé "Their Satanic Majesties Request" y especialmente en su canción "Simpathy for the devil", Charles Manson fue seguidor de sus enseñanzas, etcétera, etcétera, etcétera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Coño el hamigo alesteir crowley

Buena mierda

Keep up the good work´

Anónimo dijo...

Eeehhhh.... a estas alturas ya debe ser off topic pero sobre Aleister Crowley, Neil Gaiman lo usó como unos de los personajes centrales de la revitalización de Sandman allá por el numero uno:

http://www.planetadeagostinicomics.com/
dccomics_detalle.asp?id=12232