"El punk está muerto". "El grunge está muerto". "El rock está muerto". "El álbum ha muerto". "Myspace está muerto". "El arte está muerto" y así una larga lista. Seguro que los habéis oído o leído alguna vez.
Tom Ewing reflexiona en su columna sobre esta expresión que siempre me ha llamado la atención. Observa dos factores en la supuesta muerte de una cultura: el declive mesurable y la pérdida de relevancia. Cuando se afirma, por ejemplo, que "el rock ha muerto", se están insinuando varias cosas: que se vende menos rock, que el rock está dejando de significar algo importante, que menos gente está haciendo rock...
Otro hallazgo de esta columna me parece el símil con la novela Ubik de Philip K. Dick. En ella se cuenta cómo se ha hallado la manera de mantener a los difuntos en una semi-vida, recreando su consciencia en un mundo virtual. Al igual que aquellos que están dentro de una cultura o fenómeno del que se dice que ha muerto, los difuntos siguen viviendo en ese mundo de forma activa y trascendente, pero fuera de él, en el mundo real, no hay ninguna consecuencia. Una especie de mundo burbuja un tanto claustrofóbico.
El blogging ha muerto.
Fuente: Joe Chip, What's on Your iPod?
No hay comentarios:
Publicar un comentario