13/10/2015

Vaporwave


Nostalgia revisionista
En una realidad paralela hay cientos de DJs de los que no has oído hablar en tu vida y lo que está haciendo furor musicalmente es una aplicación práctica de aquella teoría que dice que lo retro siempre vuelve a poner de moda lo de 20 años atrás. Lo que sucede es que ya estamos en los 2010 y hace 20 años fueron los 90, no los 80 (siento romper tu burbuja). Así que cuando uno escucha vaporwave no sabe si está escuchando samples originarios de los 80 o de los 90, décadas que, vistas desde la atalaya de este nuevo milenio, ya no parecen tan separadas ni diferentes, y de hecho se tocan en muchos puntos. Uno puede ver perfectamente cómo se funde una década con otra en la intro de Salvados por la Campana, cuya emisión comenzó en la fronteriza fecha de 1989. Esa estética... ¿es ochentera? ¿Es noventera? No puede decirse.

El chop n screw (enlace a ejemplo) no era nada nuevo: trocear canciones ya existentes, ralentizarlas y remezclarlas para crear versiones más lentas, oscuras y ambientales, más chill. Bien. Pues por algún motivo montones de artistas parecieron tener a la vez la idea de aplicar esta técnica a sonidos de los 80. Una de las reglas del vaporwave es que los artistas usan pseudónimos totalmente desconocidos y anónimos, de modo que no sólo detrás de varios nombres podría estar el mismo productor haciendo música como churros, sino que detrás de alguno de esos apodos artísticos podría incluso estar refugiado un artista famoso, digamos Aphex Twin, digamos Skrillex, probando esto del vaporwave para liberarse un poco y echarse unas risas sin presión ninguna.

Porque hacer vaporwave debe ser divertido, digo yo. Debe ser divertido escarbar en la música más hortera de las décadas recientes, la más comercial y anodina, los éxitos pop, los jingles publicitarios, la "música de ascensor" y bandas sonoras de stock, reciclar todo eso para samplearla, trocearla, ralentizarla y distorsionarla hasta convertirla en una monstruosidad, una hipérbole ochentera, especie de alucinógeno sonoro. No recuerdo textualmente cómo lo definió un usuario de /mu/, el board musical de 4chan, en respuesta a alguien que decía no "pillar" este microgénero, pero lo justificaba con un argumento parecido a este: "Imagina que estás en una realidad virtual. Te rodean los edificios digitales de una megalópolis, las luces de neón y millones de anuncios, los coches del futuro vuelan por un cielo rosa-purpúreo y todo empieza a derretirse a cámara lenta".

Por si no te había quedado claro, los 80 están de moda. La generación que está ahora mismo en la cúspide de su madurez (los treintañeros) vivió esa década y están encantados de consumir cualquier producto  relacionado con ella: dibujos animados, series, películas, música, personajes populares, moda, diseño gráfico, colores, la textura del VHS y las casetes... Y así vemos tíos talluditos con camisetas de los Goonies, Joaquín Reyes hace celebrities de Grace Jones, Alaska y John McEnroe y triunfan productos como Kung Fury y Hotline Miami.

Pero la nostalgia distorsiona. La memoria no es inoxidable y adjudica una carga sentimental a los productos, la cultura y los momentos.

Esa es la base del vaporwave: distorsionar el pasado. Hiperbolizarlo. Llevar al extremo ese fenómeno del revisionismo de una época hasta convertirla en algo que en realidad no existió. Una hiperrealidad.

Aesthetics
Si hablamos de vaporwave hay que hablar de su parte estética, que es una parte casi tan importante como la sonora. Las portadas de los discos, el concepto del álbum, el nombre del artista, los títulos de los temas (muchas veces en caracteres japoneses, porque no hay nada más alienígena y futurista en este planeta que Japón) preparan la experiencia para el oyente.

De hecho la estética de este microgénero se ha convertido prácticamente en un meme. Es tan marcada que para todo aquel novato que quiera ponerle portada a su flamante incursión en el terreno, parece haberse vuelto obligatorio usar ciertos elementos en las portadas: sistemas operativos, equipos informáticos vintage, estatuas clásicas, bebidas de pijos, colores saturados... Cualquier cosa que pudiera hacer pensar a un diseñador de los 80: "Oh, yeah, esto es lo máximo. Es lo que se lleva".

Vale, pero ¿cómo cojones suena el vaporwave?
Podría deciros que el vaporwave es la música más anodina y aséptica de la historia, y podría compartir mi teoría de que es la respuesta inevitable a la música noise, ese intento de transmitir la mayor potencia y rabia posibles. Pero vamos a dejar de explicar cómo suena la música y a demostrar el movimiento andando. Estos son los albums vaporwave que he visto comentados y alabados más a menudo.
Floral Shoppe - Macintosh Plus
Posiblemente el disco del género más comentado y respetado actualmente. Macintosh Plus es un pseudónimo del productor Vektroid.

Blank Banshee - Blank Banshee 0

Com Truise - In decay

SAINT PEPSI - Hit Vibes

Chuck Person - Chuck Person's Ecco Jams Vol. 1

Este último es posiblemente uno de los gérmenes del género. Detrás del pseudónimo Chuck Person se esconde el artista Oneohtrix Point Never, bastante célebre en la escena electrónica actual.

Microgénero no tan micro
El vaporwave es llamado "microgénero" musical, porque es un género dentro de otro género (la electrónica... o no), porque se ha generado exclusivamente en internet, y porque fuera de la red no es demasiado conocido excepto para cierta población de hipsters (que quizá no lo son estéticamente pero sí actitudinalmente) obsesionados con estar al tanto de la última tendencia minoritaria, o freaks que tienen instalados el Audacity y el Fruity Loops y deciden que tienen que hacer un disco vaporwave con sonidos de, por ejemplo, la serie Seinfeld.

Es micro, pero lo justo para que algunos editen un breve documental sobre su historia (probablemente más acertado que este artículo que estáis leyendo), que el youtuber FrankJavcee haga un tutorial (chorreando ironía, como todo lo que hace) para aprender a producir vaporwave, o que Anthony Fantano, youtuber y crítico musical de referencia, para algunos tan influyente como Pitchfork, le dediquen un episodio de su podcast.


Es micro, pero ahí están "productoras" (las comillas son porque en el vaporwave ya no estoy seguro de que nada sea lo que dice ser) como Beer In The Rug, Dream Catalogue o Business Casual, apadrinando decenas y decenas de artistas y albums en Bandcamp.
Es un microgénero, pero en Dummymag le dedicaron todo un artículo extenso, detallado y reflexivo, que incluso va acompañado de un mix que incluye todas las canciones que son mencionadas en él. Me gustaría cerrar citando una parte interesante de ese artículo que trata el concepto de "aceleracionismo".
"El aceleracionismo es la noción de que la disolución de la civilización forjada por el capitalismo no puede y no debería ser combatida, sino que debe ser dirigida aun más rápido y más lejos hacia la demencia y la violencia anárquicamente fluida que es su conclusión última, bien porque sea liberadora, porque cause una revolución o porque la destrucción es la única respuesta lógica."
Es posible que no veáis nada de esto en esta música y sólo encontréis en este artículo música ochentera ralentizada y loopeada de una forma desquiciante que hace imposible seguir su ritmo. Yo sólo puedo deciros que a la hora de relajarse mientras miras el móvil, de vaciar la mente o de intentar conciliar el sueño, el vaporwave es el bálsamo ideal.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Deja de chuparle la verga a ese hipster pelado, depresivo y borracho mejor.

Oruga dijo...

¿Con quién hablas, querido y agresivo amigo latinoamericano? Estás sólo aquí...

Anónimo dijo...

Por hipster pelado, depresivo y borracho me refería a Fantano. Y bueno, yo no le chupo la verga, asi que solo queda un posible ser humano que leerá esto que si puede chuparle la verga.
Que feo que uses Latinoamericano como un insulto. Suenas como Trump.

Oruga dijo...

¿En qué te basas para decir que es depresivo y borracho?
¿En qué te basas para decir que le chupo la verga? ¿En que le he mencionado brevemente y he dicho que es un crítico de referencia?
En ningún caso he usado latinoamericano como insulto. Es una palabra bastante válida, pero puedo llamarte hispanoamericano, sudamericano o por tu nacionalidad, seas chileno, mexicano, etc. Si me dijeras tu nombre podría incluso llamarte por él, pero te muestras como anónimo, así que...