Emo

El "emo", es un estilo musical surgido en Washington D.C. a finales de los 90, como un intento de librarse de la comercialidad y artificio de los que adolecía ya el punk hardcore. Más que la rabia y los gritos habituales, el emo buscaba la expresión de los sentimientos y las experiencia subjetivas mediante guitarras más complejas, letras personales y poéticas y voces más melódicas. Si es necesario para transmitir la intensidad de la angustia, el desamor o la rabia de los que habla su música, los emo también se desgañitan y arrastran por el suelo.

Se considera a "Rites of Spring" como la primera banda emo, y le han sucedido desde entonces otras como Weezer, Jimmy Eat World, Jets to Brazil, Fall Out Boy o My Chemical Romance.

Sin embargo se podría decir que el emo ha degenerado bastante y actualmente no goza de muy buena fama. Cada vez más afectados, estéticos y deprimentes, se les acusa de gritones, de hablar sobre las novias que les han roto el corazón, el suicidio, lo mucho que odian el mundo y viceversa, lo tristes y lo solos que están, lo incomprendidos que son, de vestir de negro, pintarse sombra de ojos y dejarse flequillo ladeado por delante de la cara.

Los emo son, junto con los furries, una de las tribus más odiadas en Internet. Los reconocerás por su estética oscura, sus zapatillas estilo converse, hacerse fotos que reflejen su infinito estado de soledad e incomprensión, declarar que la vida es una mierda y amenazar contínuamente con su suicidio. El suicido para ellos debe ser lo más cool que hay. Abundan las webs y mypsaces en que sus propietarios difunden todos estos valores tan alegres y patentan su infinita amargura.

Producto de un mundo industrial, masificado y moralmente atrofiado, siguiente escalón evolutivo de aquella mentada "Generación X", los niños emo son contínuo objeto de burla de los demás internautas que les ven como seres patéticos, faltos de atención, deliberadamente tristes, estancados en lo peor de la adolescencia, sufridores de infinitas penas por cosas como la incomprensión de los padres, el amor perdido o la inadaptación en el instituto, y tan capaces de suicidarse realmente como yo de meterme a boxeador.

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